Alicia García Bergua ha transitado la
literatura por diversos territorios, que abarca la divulgación, el guión
cinematográfico, el cuento y la poesía. En su recorrido por los diferentes
campos escriturales, existe, sin embargo, un sustrato común que la autora
rescata para su poesía: claridad y profundidad. Bajo la familiar transparencia
del lenguaje, el poema emerge del abismo de un mar recóndito. En la implacable
unidad del libro, cada verso avanza con la mirada vuelta hacia atrás,
recorriendo una ciudad de la memoria conocida y sorprende a la vez. Hay un
minucioso registro de improntas de infancia y juventud, pero exento de
melancolía o nostalgia; hay un silencio primordial que podemos escuchar entre
líneas, y un frágil tiempo transterrado que la poeta nos invita a recobrar,
para arraigarlo en el íntimo solar de las palabras encarnadas: el instante.