La poesía de Saúl Yurkievich, menos conocida en México que sus ensayos críticos, retoma formalmente algunas de las exploraciones de las primeras vanguardias, con un alto sentido del juego, pero decanta esos elementos hasta un nivel de absoluta esencialidad. Yurkievich se aleja de la solemnidad y rechaza con sana ironía los registros marmóreos de la lírica para trabajar, en cambio, con las palabras inestables del habla viva; restituye al poema su dimensión mundana y hace trinar en él la música de lo cotidiano. Como se dice en el prólogo, “los poemas de Saúl Yurkievich se saben, se saborean; son pequeñas invenciones que fabulan su propia vida y en cuyo trasfondo aguarda la melancolía”.Esta antología, preparada y presentada por Silvia Eugenia Castillero, es una privilegiada puerta de acceso al mundo reconocible y atípico de un poeta indispensable.