En la historia de la narrativa nacional y la conformación de México en el siglo XX hay pocas figuras tan emblemáticas como Martín Luis Guzmán. Crítico ferreo, narrador prodigioso y preclaro, filósofo y retratista de la conciencia nacional, sus obras —que se leen con la misma intensidad y emoción que cuando fueron publicadas por primera vez— no sólo presentan las figuras señeras de la Revolución mexicana, sino también situaciones políticas, culturales y sociales que siguen vigentes.
En el presente volumen de sus Obras completas, el último de tres, se incluyen los siguientes títulos: Memorias de Pancho Villa, Muertes históricas y Febrero de 1913, acompañados de un prólogo de Víctor Díaz Arciniega.
“A partir de su regreso a México en 1936, Martín Luis Guzmán deberá cumplir con ciertos compromisos contraídos con el presidente Lázaro Cárdenas, y esto lo colocará en un doble camino: la literatura histórica, como puede verse en Las memorias de Pancho Villa, Muertes históricas y Febrero de 1913, y la función pedagógica y doctrinal, implícita en su cercanía con las tareas de la educación rural y de análisis y difusión política emprendidas por el gobierno de la República.”