Una de las muestras de la importancia y la vigencia de la obra poética de Gabriel Zaid es su capacidad para seguir generando interpretaciones e invitando a nuevas generaciones de lectores a adentrarse en ella. Esta antología ofrece un recorrido personal -de una lectora atenta y entusiasta poeta ella misma- por esa sugerente obra, y da algunas claves de acercamiento a ese mundo particular y lúcido, de rigurosa musicalidad y deslumbrante capacidad de asombro. El amor y el humor, el poema de largo aliento y el certero epigrama se dan cita en este reunión de poemas, proponiendo una nueva vía de acceso a una obra de gran originalidad; reacia a la solemnidad y a la autocomplacencia, siempre crítica y en constante diálogo con su tradición; una poesía que se revela gradualmente, por capas, y en cuyo centro hay una trabajada transparencia.
Como señala Minerva Margarita Villarreal en su prólogo a esta antología: "La poesía de Gabriel Zaid permite el acceso a un estado de gracia en el lector a través de la posibilidad de transfiguración que ofrece". Que esa transfiguración, entonces, continúe cosechando adeptos.