A lo largo de su vida como dramaturga, ensayista y narradora, Luisa Josefina Hernández ha explorado de manera muy personal y siempre desafiante temas relativos al individuo contemporáneo y a la naturaleza humana. Los grandes muertos reúne englobadas en cuatro grupos o ciclos doce de las obras teatrales de esta figura central de la dramaturgia mexicana. Al lado de construcciones dramáticas sorprendentes y sutilísimas, la autora desliza en estas páginas una serie de reflexiones inquietantes en torno a las oposiciones binarias que rigen la cultura y el mundo occidental. Problemáticas y conceptos como las relaciones familiares y de pareja se ven constantemente cuestionados por la red de personajes que conforman cada obra. Así, sus personajes a menudo se confrontan con las tradiciones y el arraigo cultural, al mismo tiempo que se enfrentan a realidades como la necesidad de afecto, la frustración, la soledad y la indecisión.
Tras una presentación de Emilio Carballido y un prólogo de Fernando Martínez Monro, en esta serie de sugerentes microcosmos desfilan actores y personajes que se mueven entre formas de ser y vivir antitéticas, en la eterna búsqueda del equilibrio y la conciliación. La pugna y el conflicto entre lo masculino y lo femenino, el mundo personal y el social, la pasividad y la subversión son una constante que se materializa en excelentes textos dramáticos, suma fundamental en el panorama de la dramaturgia mexicana de todos los tiempos.
“Nunca he visto a nadie que escriba con tal tino la serie de tanta gente encadenada y reunida por la sangre, el parentesco, las pasiones…”