2010 / 28 feb 2019 13:54
Diego de Ribera dejó abundantes pormenores de la vida cotidiana en la ciudad de México durante la segunda mitad del siglo xvii: relaciones de festividades cívicas y religiosas, las venidas de la Virgen de los Remedios, las entradas y salidas de virreyes y arzobispos, la muerte de Felipe iv y la coronación de Carlos ii, las dedicaciones de distintos templos, etc.; pero sobre su vida tenemos apenas unas cuantas noticias. Sabemos que su producción conocida abarca de 1661 a 1688. Contemporáneo de sor Juana, formó parte de los mismos grupos literarios, y esa relación lo ha salvado del total olvido. Por ejemplo, Octavio Paz supone que los dos poetas fueron amigos, pues Diego de Ribera fue elogiado por sor Juana[1] y considera al autor “mediano”, aunque digno: “Los otros poetas de la Nueva España eran medianos, pero dignos: Francisco de Castro, Ramírez de Vargas, Diego de Ribera y el enfático Sigüenza y Góngora.[2] Méndez Plancarte destaca su “aristocracia mental y verbal, refinada mesura y límpida distinción” y le asigna un “noble sitio en la más pura escuela de Góngora”.[3]
Según Beristáin, Diego de Ribera fue “natural de la Nueva España, presbítero del arzobispado de Mégico, muy versado en bellas letras”.[4] Méndez Plancarte añade que fue administrador del Real Hospital de San Antonio Abad, cura de Tacuba y capellán del Ayuntamiento de México y del Santuario de los Remedios.[5] Recientemente, Araceli Eudave, en su tesis de doctorado, ha reconstruido totalmente la vida de Diego de Ribera a partir de las noticias del Diario de Antonio de Robles, de distintos documentos de archivo, como su registro de bautismo, una designación de capellanía, un auto jurídico, su matrícula universitaria, su partida de defunción, su testamento, etc., y de los escasos datos que proporciona el mismo autor en las dedicatorias de sus obras.[6]
De acuerdo con la investigación de Araceli Eudave, en su testamento Diego de Ribera declara ser “hijo de nobles padres que ya son difuntos”,[7] aunque no específica los nombres, y dice haberse criado en la casa de doña Melchora de Ribera y del doctor Andrés Fernández Suazo. No se sabe exactamente cuándo nació, pero muy probablemente fue entre 1630 y 1631.[8] Se graduó como bachiller en artes el 14 de febrero de 1674 (a pesar de que firmaba sus escritos como “bachiller y presbítero” desde 1661); se graduó en cánones en 1675. Fue miembro del clero secular; formó parte de la selecta Congregación de San Pedro (fundada en la ciudad de México, el 18 de enero de 1577).[9] Según Antonio de Robles, en noviembre de 1679 se le designó como racionero de la catedral de Michoacán;[10] fue administrador del hospital de San Antonio Abad (agosto de 1684) y vicario de los Remedios (de ¿noviembre? De 1686 al 19 de agosto de 1688). Además, consiguió varias capellanías (la del Cabildo de la ciudad, 1685, de la Archicofradía del Santísimo Sacramento y de diversas casas particulares.
Sus obras son las siguientes:
Descripción de la plausible pompa y solmnidad festivo que hizo el religioso convento de San Joseph de Gracia de esta Ciudad de México, en la sumptuosa dedicación de su nuevo, hermoso y admirable templo, celebrada el sábado 26 de noviembre de 1661, México, Viuda de Bernardo Calderón, 1661.
Amoroso canto que con reverentes afectos, continuando con devoción, escribe el bachiller don Diego de Ribera, presbítero, a la novena venida que hizo a esta nobilísima Ciudad de México la milagrosa imagen de Nuestra Señora de los Remedios, para con su intercesión consiguiese, como siempre, remedio de las dolencias que ocasiona la falta de aguas, México, Viuda de Bernardo Calderón, 1663.
Narración de la espléndida demostración con que celebró México la entrada de su virrey, el excelentíssimo señor marqués de la Mancera, s.p.i., s.l., 1664.
Descripción poética de las funerales pompas que a las cenizas de la Majestad Augusta de don Filipo iv … y a la plausible universal aclamación a la jura de la Majestad de don Carlos ii nuestro rey …, México, Francisco Rodríguez Lupercio, 1666.
Reverentes afectos que con acentos métricos consagra al bachiller Diego de Ribera a la reina de los ángeles María de los Remedios […] dézima vez vino esta señora …, México, Francisco Rodríguez Lupercio, 1667.
Poética descripción, compendio breve de la pompa plausible y festiva solemnidad que hizo el religioso convento de Nuestra Señora de Balvanera, de esta ciudad de México, en la sumptuosa dedicación de su magnífico, singular y peregrino templo, celebrada el lunes 7 de diciembre de 1671, México, s.p.i., 1672.
Breve relación de la plausible pompa cordial regocijo con que se celebró la dedicación del templo del ínclito mártir san Felipe de Jesús, titular de las religiosas capuchinas …, México, Viuda de Bernardo Calderón, 1673.
Symbólico, glorioso asunto que a los cisnes mexicanos insta a el métrico certamen, excita a la palestra armónica […] al verdadero penate, ínclito mártir, san Felipe de Jesús, México, Viuda de Bernardo Calderón, 1673 (en coautoría con Miguel Perea y Quintanilla).[11]
Histórica imagen de proezas, emblemático exemplar de virtudes ilustres del original Perseo [… a la] entrada y recibimiento del excelentíssimo señor don Pedro Colón de Portugal y Castro, duque de Veragua …, México, Viuda de Bernardo Calderón, 1673 (también en coautoría con Perea y Quintanilla).
Villancicos a san Pedro, México, Viuda de Bernardo Calderón, 1673.
Descripción de los edificios públicos de México, s.p.i., s.l., 1676 (hoy perdida).
Defectuoso epílogo, diminuto compendio de las heroicas obras que ilustran esta nobilíssima ciudad de México, conseguidas en el feliz gobierno del ilustríssimo y excellentíssimo señor maestro don fray Payo Enríquez de Ribera, México, Viuda de Bernardo Calderón, 1671.
Acordes rendimientos, afectos numerosos […] a la duodézima vez que la milagrosa imagen de Nuestra Señora de los Remedios vino a esta ciudad de México, México, Viuda de Bernardo Calderón, 1678.
Festiva pompa con que se celebró en México el nuevo patronato del inclíto patriarca señor san José, s.p.i., s.l., 1680 (hoy perdida).
Concentos fúnebres, métricos lamentos… (a la muerte de fray Payo Enríquez de Ribera), México, Viuda de Bernardo Calderón, 1684.
Además de las composiciones sueltas con las que participó en los certámenes Empresa métrica (1665), Festivo aparato (1772) y Triunfo parténico (1683).
Méndez Plancarte, apoyado en el Diario de Robles, señala que Diego de Ribera murió el 7 de septiembre de 1692.[12] Según Araceli Eudave parece tratarse de una confusión con otro Diego de Ribera, casualmente, también vicario del Santuario de los Remedios. En realidad, el poeta murió el 19 de agosto de 1688.