Algo se pudre en el trópico. En esa esquina del mundo disfrazada de paraíso, junto al mar, cuatro vidas están a punto de coincidir en la fatalidad de un engañoso día de verano. Andrik es un adolescente de hermosos ojos amarillos que ha caído en las garras de un amante celoso. Zahir está a punto de escapar de la esclavitud en la que lo mantiene una nefasta mujer; su mayor deseo es encontrar a Andrik para huir juntos del puerto y empezar una nueva vida. Pachi y Vinicio improvisan una excursión a la playa para borrar, al menos durante una tarde, las sombras que apagan sus vidas: esposas y madres castrantes, empleos grises, el miedo que proviene de su maltrecho presente, del futuro encarcelado.
El calor y la mala vida marcan el audaz ritmo narrativo con que Fernanda Melchor nos conduce por este cruce de caminos novelístico. Violencia, muerte y vicio construyen una realidad donde el placer inmediato es la única esperanza a la que los personajes se aferran, sin saber que esa misma pulsión terminará por perderlos.
Un impresionante debut. Un estilo severo y directo. Una primera novela que nos sitúa en lo más abrasador de un universo ficcional particular y novedoso.