La colección Clásicos para hoy ofrece a todos los lectores, en especial a las nuevas generaciones, la mejor literatura del mundo. Obras intensas y emocionantes, demuestran que si los clásicos son para siempre, también son para hoy. ¡Compruébalo en un día de lectura!
Cuando apareció la primera edición de esta novela fue celebrada como una obra maestra. Análisis social, crítica feroz de ciertos usos y costumbres del siglo xix, retrato de la estruendosa, alcohólica y endeudada fiesta a lo mexicano, novela costumbrista de alto calibre: eso es Baile y cochino. Cuéllar escribió también abundantes artículos en los que explicaba cómo crear una literatura nacional. El autor (1830-1894) fue pintor, dramaturgo, periodista, cadete.
Es el Cumpleaños de la hija... y el papá de Matilde, que acaba de hacer un negocio gordo, la quiere mucho y echa la casa por el balcón.
Es el Cumpleaños de la hija... y el papá de Matilde, que acaba de hacer un negocio gordo, la quiere mucho y echa la casa por el balcón.
Es el Cumpleaños de la hija... y el papá de Matilde, que acaba de hacer un negocio gordo, la quiere mucho y echa la casa por el balcón.
Es el Cumpleaños de la hija... y el papá de Matilde, que acaba de hacer un negocio gordo, la quiere mucho y echa la casa por el balcón.
“Se trata de celebrar el cumpleaños de Matilde, la niña de la casa, y su papá, que la quiere mucho, y además acaba de hacer un negocio gordo, va a echar la casa por el balcón”. En estas breves líneas inaugurales, José Tomás de Cuéllar (1830-1894) resume de manera magistral el tema alrededor del cual gira una de sus principales novelas, quizá la más célebre: Baile y cochino... Novela de costumbres. Tras una larga estadía en los Estados Unidos, el reconocido autor de la colección “La Linterna Mágica” escribió esta divertida y sugestiva historia para la publicación periódica La Época Ilustrada, en cuyas columnas apareció por entregas, casi todas profusamente ilustradas. En esta primera versión, antes desconocida, el lector podrá leer y admirar a una sociedad mexicana en pleno anhelo modernizador, afecta al consumo, al lujo y a los espectáculos, pero también marcada por las apariencias y las ansias de ascensión social.