La Generación del 80 suele considerarse fundadora del pensamiento nacional argentino. Eugenio Cambaceres, máximo representante de dicha élite intelectual es, además, precursor de la novelística argentina moderna y responsable de la introducción del naturalismo a la literatura rioplatense. Las novelas incluidas en este volumen conforman la obra de madurez de este autor, que se propuso realizar en sus escritos “un estudio de la naturaleza humana, observación hasta los tuétanos”. Así, en Sin rumbo, el escritor coloca bajo el objetivo del microscopio la vida de un estanciero rastacuero cuya trayectoria no apunta hacia el progreso, sino hacia el hastío y el fracaso. El protagonista de En la sangre, última novela de Cambaceres, es el hijo de un italiano recién llegado que no puede ser sino un ladino que buscará, por los medios más arteros, el ascenso económico y social. Estas obras son síntoma y diagnóstico de las tensiones que atravesaba la consolidación del modelo económico de Argentina a principios del siglo XX y las consecuencias sociales que se avecinaban. El futuro prometedor que las oligarquías bonaerenses de la época auguraban para el país se pone en entredicho cuando se hacen explícitos problemas como la xenofobia, el determinismo promulgado por el pensamiento positivista y el derroche desmesurado de los recursos del país. Sin rumbo y En la sangre constituyen un punto de quiebre de la narrativa rioplatense, ruptura que más tarde daría lugar a la escritura de figuras como Roberto Arlt.