Eduardo Antonio Parra escribe acerca de Deudas pendientes: “¿Es el deseo un enigma y la imaginación, la clave para desvelarlo? ¿Puede el autor sostenerse en la posibilidad de materialización de un ser literalmente soñado? ¿Es el ideal de igualdad entre los géneros una guerra de baja intensidad en un terreno minado por la desconfianza y la revancha? ¿Realmente querríamos conocer el rostro más áspero de la verdad? Sin brindar una respuesta fácil o puntual a todas estas cuestiones, camuflándolas hábilmente en sus tramas como misterios y paradojas de la vida cotidiana, las 34 historias contenidas en el presente volumen dan cuenta de uno de los ejercicios narrativos más gozosos y fecundos de la literatura mexicana contemporánea. Dividido, simétricamente en los dos apartados que le dan título, Deudas pendientes es una confirmación más de Agustín Monsreal no sólo como maestro indiscutible del cuento y los géneros breves, sino también como aguzado testigo y relator de la realidad.”