Un anciano con sueños que nunca sucedieron, jóvenes que creen engañarse uno al otro, un hombre demasiado perfecto y una muchacha que anhela un amor de novela romántica protagonizan las escenas de estas comedias de enredos en las que nada es lo que parece. En ellas, familiares, amigos, prometidos y sirvientes ocultan o distorsionan información, cambian de nombre o inventan historias con tal de aleccionar a alguien más. Así, dan lugar a diversas historias que retratan la sociedad decimonónica y sus valores, y que son ejemplo de las debilidades y pasiones siempre constantes en el corazón humano. De esta manera, los sentimientos como el amor y la añoranza del pasado nos hacen identificarnos con los distintos personajes que dan vida a Indulgencia para todos (1818), Las costumbres de antaño o La pesadilla (1819/1833), Tal para cual (1819) y Contigo pan y cebolla (1833), comedias que nos siguen divirtiendo hoy como lo hicieron en su tiempo en España y en México.