La obra de Ana Belén López ha sido ya ampliamente reconocida por su rigor constante y a la vez por su aguda sensibilidad. Su poesía es una de las más osadas y desenvueltas que pueden ser leídas en nuestra lengua. En su compleja personalidad de poeta se suman, de nuevo en aparente contradicción, su manera indómita de estar en la poesía y su generosa entrega. Retrato hablado es el más hondo de sus libros, el más doloroso y el más gozoso al mismo tiempo. Todo en él es dicho con sencillez extraordinaria, pero todo remite a sentimientos complejos. Es el libro de un renacimiento, y al mismo tiempo una mirada a lo que ya no está y a lo que ya no somos. Su autora es Ave Fénix de sus propias cenizas, que son las nuestras. La memoria herida, camino a ser gozosa en la evocación, es la verdadera protagonista de este libro, que nace ya para ser leído y releído y ampliamente gozado.