Ernesto Flores (1930), ha destacado como profesor de literatura, conferencista, editor, investigador, ensayista y poeta. Su minucioso trabajo de investigación y rescate de Francisco González de León, le valió el reconocimiento de propios y extraños. Por su parte, su labor como fundador y editor de revistas (Coátl, Esfera, La muerte) es de primera importancia en el desarrollo de las revistas culturales del occidente del país. Flores es un poeta cuya dilatada producción se caracteriza por su tono intimista, su rigor formal y su gran consistencia. A la fecha ha publicado cuatro poemarios: A vuelo de pájaro, El pasado es un país desconocido, El vuelo y Todos somos ángeles oscuros, que en esta ocasión presentamos reunidos en un solo volumen. En una presentación con formato de carta de los poemas de Ernesto Flores, Jorge Esquinca escribió: «Hay un tema, Ernesto, que aparece ya en tus primeros poemas y se desliza —lo digo con tus palabras— a lo largo de tu libro: es el tiempo. Esa «gacela de brisa», nuestra sustancia. El tiempo, indisolublemente ligado a la imagen del río, del agua que fluye en movimiento perpetuo. Todo en él se resume, se refleja, se aleja. Nosotros mismos. Nos queda una avidez de ventanas. Como si ellas mismas fuesen otro río, otro tiempo, agua detenida por un instante en el que miras aparecer el mundo. Los sentidos, en alerta permanente, tienden su red. ¿Qué atrapan? «El agua —dices— siempre me revela al otro: / quien oculto en el cráneo escucha o habla». Ventanas: un mundo de azoros que se alzan colmados de una sustancia inapresable. Tú mismo dudas de ti y te confías a los labios de la mujer que amas, como si solamente de ellos fuera posible beber en el incesante manantial de la vida».