Dice Jorge Souza, autor de la antología que ahora presentamos, que la obra poética de Hugo Gutiérrez Vega —que comprende cerca de la veintena de títulos— es «…un solo intenso y hermoso texto que se despliega nítido y transparente…» Por su parte, el autor escribió en su libro Cuando el placer termine, un reflexión que resulta insuperable si tratamos de aproximarnos/adentrarnos a su poesía: «Al lector: Gracias a estas palabras que me son dichas al oído por seres silenciosos, nos encontramos sobre la superficie de este papel nuevo. Mi locuacidad (recuerdo de Chesterton) es más poderosa que mi orgullo, y por ella te encuentro en este bosque de papel».
»Muchos poetas escriben para levantar el pedestal que los hará visibles dentro de mil años, y pagan su ambición con el alto precio de la inmovilidad; ahí están en los parques, con sus libros broncíneos y la mirada siempre hacia adentro de todas las estatuas. Otros cacaraquean anunciando el nacimiento de un nuevo poema y algunos cantan nada más porque sí, sin preocuparles la intemporalidad; cantan aquí y ahora.
»A veces pienso en el siglo y en nuestro momento. Me gusta la vida y me aterra la posibilidad de que la destruyan.
Nos encontramos y tengo mucho que decirte. No sé si lo haga bien. Sé que me gusta decirlo.
»Te propongo un juego con palabras como piedras de colores. Si encuentras en lo que digo algo que te pertenece el juego seguirá, porque mis palabras son tuyas y de todos. Lo único que hace la poesía es cantar lo que a todos pertenece.»