"Un revólver implica un tránsito. Una muerte "la pérdida" necesaria para la resurrección, el despertar de la conciencia a través de los demonios y de otros cuerpos. Un revólver rojo como la crónica de un viaje que no sigue una línea de tiempo convencional. Se llega a la encrucijada, al cruce de caminos donde hay pájaros y árboles incendiados y donde las palabras alcanzan su máxima tensión y estallan como “dos granadas que caen en el muro rojo”; piden dispersión y despojamiento para dirigir los pasos por nuevas rutas poéticas. En esa ausencia, el caminante encuentra nuevas imágenes y compañeros de viaje de diferentes latitudes. Hasta que al fin solo, sólo vuelve a “la música en las palabras”, para quizá entender que la poesía, como la felicidad, “es una pistola caliente” (The Beatles, dixit)." Jorge Curioca