"En Farmacotopía los procesos hospitalarios son desnudados hasta develar el fascismo que subyace tras la retórica de la curación: hasta ahí todo bien, seguimos en territorio conocido. Pero Óscar David López va, a cada verso, más allá de la desnudez, como los cirujanos va hasta lo obsceno: hasta la víscera, la entraña, todo aquello que la desnudez aún envolvía. Queda la escritura: el cuerpo analizado, estudiado, intervenido, martirizado, amputado, despedazado. El cuerpo o la escritura: aquí, al contrario del evangelio, la carne se hizo verbo. Y vía la metonimia, que cumple en estos poemas tareas fetichizadoras, cada pedazo alcanza la posibilidad de lo pleno. Ante el horror del dolor y la enfermedad, Óscar David López propone el gozo, no como salvación ni como cura (que no las hay), sino como resistencia. El hospital deviene burdel, el instrumental médico deviene dildo, el fascismo deviene sadomaso. No hay curación, no hay salvación, no hay más allá, pero hay gozo. Y todo esto en una estética muy queer. Casi un espectáculo porno-musical." Luis Felipe Fabre