"El abanico de recursos formales desplegado en Pastilla camaleón concuerda con una de las aventuras de mestizaje referencial más ambiciosas y mejor logradas en la poesía latinoamericana reciente. Desde El nombre de esta casa (1999), la obra de Julián Herbert se diferenció del resto de su generación por haber librado ese falso dilema entre lengua culta y latín vulgar llevado a nuestros días, fundiendo en un solo cuerpo la templanza de la poesía griega y el desenfado del cancionero cuatrero. En Pastilla camaleón, la memoria guía una caravana a caballo para recolectar piedras, el recuerdo es una imagen que se borra en una piedra, una vuelta al mundo que parte desde Atlixco, conquista al África y termina en la Sierra de Zapalinamé, Coahuila." Inti García Santamaría