2010 / 25 feb 2019 10:05
Son escasísimas las noticias sobre este, al parecer, poeta de ocasión. Su celebridad proviene de haber sido el editor de los Coloquios espirituales y sacramentales de González de Eslava, de quien fue amigo por más de 43 años, como él mismo asegura en el prólogo de su edición.[1] Los pocos bibliógrafos que lo mencionan[2] lo hacen al consignar la obra de González de Eslava. Así, pues, lo único que se sabe es lo que escribe Beristáin: “Religioso megicano del Orden de San Agustín. Dio a luz los Coloquios espirituales y sacramentales y canciones sagradas, impr. en México 1610. Dícese que es una colección de las poesías que compuso el presbítero Fernán González”.[3] Vuelve a ser mencionado en la ya citada biografía de Juan Ruíz de Alarcón de Luis Fernández-Guerra y Orbe:
Verdaderamente florida y rica en decoro y amor al estudio era aquella juventud […] Allí, el generoso agustino Fernán [sic] Bello de Bustamante deleitábase en dar a conocer los coloquios espirituales y sacramentales, cánticos y poesías profanas de su difunto amigo Fernán González de Eslava, que se publicaron en dos tomos [sic por partes] al año siguiente de 1610.[4]
En la Relación historiada de las exequias funerales de la magestad del rey Philippo ii… (México, Pedro Balli, 1600), entre las varias composiciones laudatorias, se encuentra una de Bello de Bustamante, “capellán del Santo Oficio”, “sacerdote compuesto y prudente”. Era una época en la que cualquier persona con escuela era capaz de componer un poema, con oficio y pulcritud, aunque sin mérito poético alguno. Dentro de este tipo de producción literaria destacan, particularmente, los textos poéticos de las páginas preliminares. Bello de Bustamante “era evidentemente un hombre culto. Aficionado él mismo a escribir poesía –aunque menos ágil que González de Eslava…”.[5]
Las composiciones de Bello de Bustamante están reproducidas en la edición facsimilar de García Icazbalceta y en la de Margit Frenk (Villancicos, romances, ensaladas…).