[…] Las morales teorías no son más que convencionalismos que no resisten el embate de la moral racional. Los principios, las normas de vida en sociedad, la conducta de los hombres debe elevarlos, manumitirlos, dignificarlos, no sumirlos en la abyección. El cura excomulga, anatematiza y jamás perdona a quien no oye misa, no se confiesa o no comulga; pero en cambio, perdona al borracho, al asesino o al ladrón. El profesor Lagunas puso durante el primer año de su labor los cimientos de su obra en el futuro. Al año siguiente la escuela de niños de El Puente tenía de primero a sexto y con director efectivo. Se fundó además la Escuela Suplementaria Nocturna para obreros y campesinos que el mismo maestro Lagunas dirigía. Nacha, a instancias del dinámico profesor, fue nombrada por el ayuntamiento jefa del centro de orientación social que se estableció en la escuela de niñas.
El maestro Lagunas asesoraba a Nacha en su labor, que pronto se vio coronada por los más halagüeños resultados. En este centro se enseñaba a guisar y a preparar panecillos; esta tarea estaba encomendada a Nacha, pues en el restaurante de Venancio lo había aprendido perfectamente. Algunas maestras llegadas recientemente de la capital del estado orientaban a las humildes mujeres asistentes al centro en otras diversas labores: costura a máquina, corte elemental, higiene y, además, se leía la Constitución, la Ley Federal del Trabajo, las Leyes del Registro Civil y las relativas a los derechos y obligaciones de todo ciudadano mexicano […]
Corvera, Juan Bautista Trejo, Pedro de Ledesma, Pedro de Arrázola, José de Pérez Ramírez, Juan Cueva, Juan de la Terrazas, Francisco de González de Eslava, Fernán Hortigosa, Pedro de Salazar, Eugenio de Balbuena, Bernardo de Palomino, Florián González de Eslava, Catalina Bello (Vello) de Bustamante, Fray Fernando