Gilberto Rendón Olivas después de sesenta años lega a la ciudad de La Habana en busca de una mujer, un pasado, de personas que considera amigos y que las circunstancias y el tiempo los han convertido en sus peores enemigos. Es retenido antes de cruzar la puerta del aeropuerto y llevado a un pequeño cuarto donde oficiales de migración revisan una y otra vez su pasaporte y reiteran la pregunta sobre su nacionalidad mexicana. En los minutos que le dejan solo, viejos recuerdos de la dictadura de Fulgencio Batista le ponen más nervioso. ¿Sabrán ellos sobre su pasado? El hermoso Hotel Nacional fue y será el escenario de muchos momentos que marcan la vida de Gilberto, el reencuentro con sucesos que le han desvelado por sesenta años, que le arrebataron el amor. El sueño que lo ha mantenido vivo es a partir de ese momento es una cruel pesadilla, donde la poca esperanza que le hizo realizar ese viaje se esfuma al ser descubierto por uno de sus amigos y el rechazo de la mujer que ha amado y el rencor de otros a los que sin saber, ni desearlo les hizo daño. Pareciera que sólo a una persona puede interesarlo lo que le suceda, el mismo que lo salvó hace seis décadas, hoy se convierte en su guardián por amistad o por evitarse trámites burocráticos que perjudicarían la relación de México y Cuba. Verano del Catorce es una novela que sin ser histórica, ni con tintes políticos, evoca las condiciones de Cuba en la dictadura de Fulgencio Batista y también el presente que nos muestra otra cara de la Isla, diferente sí, pero donde la verdadera libertad aún está por llegar.