Serenidad, como lo que sobreviene a la asunción de la derrota exterior (derrota de las ideas que siempre pugnan por resurgir en su capacidad de ver, antes que nada, un mundo solidario, habitable), es la dimensión que habita estos textos de Juan Gelman. Y el sustrato del amor, amor a la mujer, como único espacio desde donde hablar, ese amor que se transfigura en esperanza, en esperanza contra toda evidencia: clarividencia, el poder abrir un claro en la oscuridad presente.
Escritos en los últimos cinco años, los poemas del nuevo libro de Juan Gelman confirman la vigencia de la voz poética más importante de Latinoamérica.
"La poesía es un oficio ardiente en el cual uno trabaja mientras espera que se produzca el milagro del maridaje feliz de la vivencia, la imaginación y la palabra", declaró recientemente Gelman, y Valer la pena es una muestra inagotable de ese talento que pone en conjunción vida, creación y escritura.
En los poemas de este volumen intenso y radiante, la letra interroga a los diferentes rostros de la memoria con una ternura inusitada: "una niña que pide en un café, un abuelo que mira desde la foto de siempre, unas tumbas cavadas en el agua, la sombra mordida por los perros, los arrabales del amargo arrabal, el universo alumbrando el umbral de la casa, el ser amado que convierte la humillación en asombro, el poeta que cuando se posa sobre el mundo lo desplaza, la vieja llama que no se apaga..."