“¡Bienaventurados los crédulos, porque de ellos será el reino de la ficción!”, anuncia Julio Torri al comienzo de estos textos, que la meticulosa paciencia de Serge I. Zaïtzeff ha rescatado de los arcones del olvido. El lector agradecerá un nuevo libro de Torri, acto de magia blanca en el imperio de nuestra zozobra, donde el humorista impávido ¾como lo llamara Martín Luis Guzmán¾nos absuelve con sus prosas punzantes, escépticas y perfectas.
Maestro del ars brevis, precursor de Borges y Arreola, Julio Torri (1889-1970) es el autor de una de las obras más personales y exquisitas de la literatura mexicana. Tras contar en su acervo con Tres libros y Diálogo de los libros, el Fondo de Cultura Económica publica el material prácticamente inédito de El ladrón de ataúdes, con la seguridad de que Torri volverá a distraernos y a enamorarnos con el cuento, el aforismo y la frase exacta, consciente como estaba de que “si en lo más duro de las malandanzas de mis héroes se enciende en vuestros ojos la lámpara de la intranquilidad, me tendré por el narrador de historias más generosamente pagado que hubo en el mundo”.