La flama en el espejo de Rubén Bonifaz Nuño está llamado a ser un poema clásico en la poesía mexicana tanto por su forma, la cual señala un vértice de perfeccion difícilmente alcanzable, cuanto porque da sentido a la vida del hombre moderno tan desprovisto de valores del espíritu. Todo el libro tiende hacia un humanismo integrador de todas las cosas y hacia la integración del hombre en la plenitud del ser. La angustia existencial de la búsqueda en la noche, deja paso al triunfo del encuentro, y con ello a la solución de todas las incertidumbres: "Y eras parte del orden suyo,/ de la majestad benigna donde,/ mi alma, por fin te reconoces".
El estudio realizado por María Andueza pretende divulgar esta inquietante Flama en el ámbito de aquellos lectores que no pudieron por sí mismos analizar el poema. Otra de sus ambiciones es la de transmitir el mensaje auténtico con toda su pureza. De ahí el interés de la autora en afianzar su trabajo en una sólida base lingüística. Rubén Bonifaz Nuño no ha hecho concesiones a los lectores. Su poesía está ahí, en la Flama, hermética, velada; paradójicamente, siempre sencilla y clara: el análisis y el comentario tratan de aumentar el número de los elegidos, aquellos "que pueden comprenderlo".
A lo largo del trabajo se subraya el carácter de experiencia vital que conlleva el poema. Rubén Bonifaz Nuño ha contemplado el resplandor de la Flama en el espejo de la mirada del mundo. Recíproca imagen. Porque para encontrarla, tuvo que ahondar en las galerías interiores. Allí la columbra absorto y la escucha sonar en el centro más profundo. La flama en el espejo es un canto de exaltación a la vida, la energía cósmica, la sabiduría, la gracia, la perenne creación del mundo: al proceso generador de lo eternamente renovado por la alianza de los contrarios.