Volumen ganador del Premio Nacional de Cuento “Efrén Hernández”, Café Brindisi y otros espacios imaginarios, de Luis Bernardo Pérez (Ciudad de México, 1962) parece haber sido concebido para leerse —y disfrutarse— en una mesa de café, en una banca del parque o durante un trayecto en tranvía.
Son cuentos que funcionan como mecanismos de relojería; historias que se destacan por su cuidadosa construcción y por los inesperados giros de la trama; relatos muy distintos entre sí que, no obstante, están unidos por una misma voluntad de estilo.
Se trata de narraciones breves e hiperbreves en las cuales el autor le apuesta al humor, al ingenio y a la intertextualidad.
Algunos de estos cuentos se inscriben dentro de la llamada literatura fantástica y rinden homenaje a varias de las presencias mayores del género, como el argentino Bioy Casares, el italiano Dino Buzzati y el mexicano Juan José Arreola.
Otros transitan por los terrenos de un humor irónico y sutil destinado a dibujar una sonrisa en el lector.
Los personajes son de lo más variado, pues encontramos lo mismo animales (osos, gatos, ratas, grillos) que insólitos espías y ladrones.
También hay objetos (un jarrón oriental, una cabeza de cera, un piano) cuya historia se nos va revelando conforme nos adentramos en la lectura.