Los diecisiete textos que conforman La lluvia en Corinto son una muestra sólida de la capacidad de Gerardo de la Torre para abordar los más diversos temas. Si en sus primeros libros (hablemos de cuentos y novelas) se inclinó con fortuna hacia los asuntos políticos —distanciándose a la vez de la arenga exaltada y de las asechanzas del sentimentalismo— en este volumen, sin renunciar a la exploración de las vicisitudes de la izquierda (como en «El ejecutor» y «El señor Kermit»), se interna en los no menos escabrosos territorios de las relaciones de pareja (por ejemplo en «La lluvia en Corinto» y «Una prueba de amor). No faltan, además, los textos que destilan un humor sarcástico y amargo («Informe», «El aparato, «En la cantina») y una desbocada fantasía criminal cuyo protagonista es un fantasmagórico estrangulador. En otra vertiente aparecen algunos cuentos oaxaqueños del autor, entre ellos el célebre «Farolito», que rastrea las huellas de Malcolm Lowry en la capital mezcalera. De la Torre posee gran facilidad para construir historias a partir de pequeños detalles, y gracias a una prosa austera, cortante y de flujo rápido logra atrapar a los lectores.