En un ejercicio de alternancia literaria que comienza con Los prodigios de Isidoro Magruta y continúa con El reloj de Tompion, Rafael Bullé-Goyri (1946) y Jorge Brash (1949) emprenden esta nueva obra, Rincón de Romos –centrada en esa localidad del estado de Aguascalientes, en los años de la Guerra Cristera–, en la que incorporan como personajes a dos protagonistas reales: el músico Manuel M. Ponce y la bella pintora y poetisa Nahui Ollin, quienes interactúan con diversos actores ficticios: una maestra de piano, un boticario, un bon vivant, dos extrañas jovencitas e, incluso, un malhechor, en un marco provinciano de circunstancias que hoy nos parecen ya muy lejanas. Sin un acuerdo previo acerca de la historia y de su desarrollo, ambos autores van tejiendo sendos capítulos –en un ejercicio, si no original, al menos de muy escasa recurrencia en el género–, enlazando dos hilos narrativos que se continúan en la trama sin un trayecto predeterminado, pero cuyo resultado será un todo congruente, que alterna tintes divertidos y dramáticos que harán las delicias del lector.