La Oda es muchas cosas, pero sobre todo, el nacimiento de un hombre. Vi a ese hombre como una palabra que puede sembrarse, que brotará y crecerá...Está construida como una sinfonía, en tres movimientos. En la introducción un hombre y una tierra se deslumbran. Saben que están enlazados. Se interrogan sobre su destino y conciben el proyecto de ir al mar. siguen el curso del río y del tiempo. En la primera parte me pregunto qué es ese río, ese tiempo y ese hombre. Abro un camino. En la segunda, puede verse cómo la infancia y la juventud de ese hombre y de ese país adquieren un rostro y un destino. La tercera es el aprendizaje de la vida, con lo que ella tiene de sombra y de luz y una necesidad de persistir...a pesar de todo. Finalmente la conclusión, que es una pregunta. Quizá podría resumirlo en unas cuantas palabras: un hombre buscó abrigo lo más cerca que pudo de la tierra, erige sobre esa tierra una imagen del hombre y abre a ese hombre un espacio para ser. En otras palabras, es un rostro que trazo sobre la tierra con un pedazo de madera. Es elemental y torpe, pero está vivo.