Una lección antológica es una selección representativa —realizada por el poeta y crítico Adolfo Castañón— de la labor en verso y prosa de este destacadísimo autor sudamericano. Complementan el volumen entrevistas y ensayos que contribuyen a develar el pensamiento y el decir poético de Montejo y su alfabeto del mundo: Barcos que veo allá a lo lejos, balanceándose, / cerrados como libros hace mucho leídos. / ¿Qué dicen, qué no dicen? / Hoy hablo griego a bordo del primero que parta. Soy Ulises.
Desde muy joven, Eugenio Montejo supo que el oficio poético estribaba en re-inventar el lenguaje y el canto. Dio así con una palabra erizada de magnetismo: Terredad. El lector que ha armado con parsimoniosa pasión esta maquinaria antológica rumbo a Montejo sólo aspira a compartir y hacer comprender esta Terredad.
El lector encartó y descartó, barajó y compaginó poemas siempre atento a la incógnita perspectiva general, a la armonía espontánea que iba insinuándose entre los poemas de la primera parte —las cuerdas de la guitarra— y los textos de los otros cinco compartimentos que serían como la caja del laúl. Esta lección antológica tiene forma de hexagrama: 1) poemas de los diversos libros escritos y firmados por Montejo; 2) prosas y poemas de los poetas heterónimos (Tomás Linden, Lino Cervantes) surgidos en su cauda; 3) ensayos firmados por Montejo sobre temas y autores que figuran una suerte de genealogía o linaje intelectual; 4) palabras y discursos circonstanciales del poema para saludar festivales y agradecer premios; 5) ensayos y aproximaciones críticas que el poeta ha escrito para interrogar el misterio de las artes plásticas a través de artistas como Jesús Soto o Alirio Palacios; 6) en fin, las entrevistas donde habla el cantor, y dialoga el que dice con el que escucha.
Nacido en Caracas en 1938, Montejo cuenta entre sus libros de poesía: Élgos (1967), Algunas palabras (1977), Terredad (1978), Alfabeto del mundo (1986), El azul de la tierra (1997), Partitura de cigarra (1999) y Poemas selectos (2004). Además, de su fina obra ensayística, El taller blanco (1983). Amén de esta producción, están las obras líricas y críticas de sus heterónimos. Entre los reconocimientos que ha recibido en los años recientes, destaca el Premio Octavio Paz de poesía y Ensayo correspondiente a 2004.