Con prosa exacta, de tono afable e íntimo, no exenta de un irónico sentido del humor, que no teme insinuarse en los escritos más serios, Jaime Erasto Cortés dialoga con sus lectores y con algunos de sus cuentistas del siglo xx: Gerardo Murillo (Dr. Atl), Edmundo Valadés, Arturo Souto Alabarce, José Luis González. Inés Arredondo, Carlos Fuentes, Eraclio Zepeda, Angelina Muñíz-Hubermán, Federico Patán, Fabio Morábito, Marco Antonio Campos, Orlando Ortiz, Bernardo Ruiz, Humberto Rivas, Rafael Pérez Gay, Agustín Monsreal, Jesús Gardea, Silvia Molina, Felipe Garrido, Rafael Ramírez Heredia, María Luisa Puga, Hernán Lara Zavala, Luis Arturo Ramos, Daniel Sada, Alberto Huerta, Ricardo Elizondo Elizondo, Mónica Lavín, Enrique López Aguilar, Rosina Conde, Juan Villoro, Ethel Krauze, Lorenzo León, Josefina Estrada, Rosa Beltrán, Francisco José Amparán, Enrique Serna, Joaquín Hurtado, Fernando Fabio Sánchez y Blas Valdez. Cada ensayo, además de convertirse en caballerosa invitación a la lectura, revela a un excelente lector, a un puntual crítico, que llegado el caso, sabe explicitar sus objeciones, haciéndolo con precisión, con claridad y con buenos modales. La más notable característica intelectual de Jaime Erasto Cortés en sus textos críticos es la sencillez, que consiste en escribir con una sobriedad que no impide la elegancia; en no complicar con barroquismos inútiles las ideas que se presentan; y en dar ejemplos siempre pertinentes. Gracias a todas estas virtudes, Jaime Erasto Cortés no sólo ha intentado, sino conseguido ser un sólido historiador del cuento mexicano, como bien puede advertirse en Del gusto y la memoria. Ensayos sobre cuento mexicano.
Zepeda, Eraclio Fuentes, Carlos Arredondo, Inés González, José Luis Souto Alabarce, Arturo Valadés, Edmundo