Boris Pilniak es de los autores casi secretos de la gran literatura rusa. Debemos a Sergio Pitol ensayos y traducciones dedicados a este ineludible autor. Revolucionario tanto en la vida social como en la literatura, Pilniak requiere la atención total del lector: en un cuento podemos ver la radiografía no sólo de la entonces miserable Rusia, sino de la desesperanza universal: hombres sumidos en el alcohol, mujeres escabrosas, paisajes virulentos, en fin, el alma humana -a través de unos cuantos personajes- completamente quebrada.
Pilniak no es autor para almas cándidas; con él se debe estar preparado a recibir una suerte de tempestad literaria. Pocos son los autores que se atreven a pasar una temporada en el infierno escribiendo página tras página, miseria tras miseria, para poder describirla verdadera condición humana. El presente volumen incluye el ya célebre volumen de cuentos Caoba con un relato más traducido por Pitol. "Pedro, Su Majestad, Emperador", no sólo se trata éste de un libro de cuentos, sino de una gran metáfora del hombre contemporáneo y de una sociedad que se mueve entre la pus.