Entre 1959 y 1973, Juan García Ponce se dio a la tarea de delinear con palabras el mundo de la "cultura alternativa" en México. La recopilación de esos trazos se encuentra en esta obra escrita por Juan García Ponce como protagonista apasionado y observador crítico.
Los trazos de este cuadro cultural incluyen los perfiles de poetas, escritores, críticos, dramaturgos, actores y actrices, cineastas, pintores y algún híbrido "creador-político", artistas, reales o ficticios, involucrados en la creación de un universo efectivamente alternativo.
Entre los momentos más significativos de Trazos vale mencionar el interesante pasaje que cuenta la "Historia verdadera de la conquista de la literatura mexicana"; así como el recuento sobre teatro durante el cual García Ponce transporta al lector a cierta realidad escénica desde la que es posible contemplar la voluntad creativa de realizadores trascendentales.
Trazos también habla de sus lienzos. Uno de ellos, La casa del lago, que fuera auténtico punto de contacto entre los creadores y el público, además de entrañable espacio de consolidación para un grupo fundamental de artistas, Juan García Ponce entre ellos.
El último trazo dibujado en este libro se llama Doce y una, trece, una obra de teatro escrita por García Ponce en el ánimo de la misma época que deja ver el carácter teatral del que el autor estaba contagiado y que materializó con su tono personal de una manera impactante.