Nacido en Chile en 1939 y radicado en México desde 1973, hernán Lavín Cerda es un poeta muy chileno, condicionado por la caprichosa geografía de su país y por los sucesivos vaivenes de su historia. Al mismo tiempo, es un poeta de raigambre universal, abierto a todas las influencias y sujeto activo de todas las exploraciones. Su poesía ha dicho Luis Cardoza y Aragón, “avanza lúdicamente con asociaciones inesperadas que producen accidentes que son felicidad”. Y Julio Cortázar, por su parte, escribió al autor: “Tienes un acento y un ritmo extraordinariamente personales, que dan a tus poemas ese impulso que los clava para siempre en la memoria”.
El discurso de Lavín Cerda, juguetón y nómada, supera los límites de la erudición para convertirse en un gran juego sensual en el que los sonidos, los olores y la Historia se funden en el poderoso crisol de la palabra.