El nombre define, pero es impronunciable cuando se trata del Señor. Los nombres afirman, pero en último término el tiempo decide su trayectoria sellada con una firma. Mucho antes de la gestación el nombre supera al cuerpo: si es mujer se llamará. . . si es hombre. . . ¡Pero, cuidado con el uso!, ¡cuidado con los cambios! Los nombres definen sus genealogía: “De tal padre (es decir de tal nombre) tal astilla”.
Margo Glantz —quien también busca un nombre— juega, ironiza, crea leyendas, interfiere, parodia, se vuelve grave, malsana, inocente, hace respirar el caos, en esta lista donde apostrofa a la historia, a través de la imposición y la fatalidad del nombre.
Margo Glantz, nacida en México, D. F., es ensayista, poeta, traductora, periodista y profesora universitaria. Ha colaborado en revistas y suplementos literarios de México y América Latina. Ha publicado Tennese Williams y el teatro norteamericano (1964): Viajes en México (1964): Narrativa joven de México (1968): Onda y escritura (1971); La Aventura del Conde Raousset-Boulbon (1973); Las mil y una calorías (1978); Repeticiones (1979); Doscientas ballenas azules (1979); Interveción y pretexto (1980).