1995 / 08 sep 2018 12:23
Pocos rastros perdurables del esplendor de su sensibilidad, que recordaron quienes lo conocieron, dejó Ricardo Gomez Robelo. Sólo publicó dos breves y raros libros: una breve y prematura colección de versos, En el camino (1906) –rescatado, junto con otros poemas y prosas dispersos, por Serge I. Zaïtzeff, en Obras (1981), en compañía de las de Carlos Díaz Dufoo Jr.–, muestra ambigua de su talento, y Sátiros y amores (Los Ángeles, 1920), 16 sonetos eróticos de buena factura, con notables ilustraciones de Roubaix de l’Abrie-Richéy –descubierto y editado por Fernando Tola de Habich (1984). Escribió también, en sus últimos días, un estudio sobre El significado esotérico de algunos símbolos nahoas (1924).
Antes, pues, que por su exigua obra, Gómez Robelo cobra sentido por las memorias de sus amigos. Alfonso Reyes recuerda la agilidad cruel de su pensamiento, su constancia en las lecturas esenciales, sus aventuras revolucionarias y la evolución de sus inquietudes artísticas. José Vasconcelos dice que “valía por los fulgores ocasionales de su mente y por su noble corazón, más bien que por sus capacidades de trabajador, ya muy minadas por su extraña vida de poseso de los demonios de la carne y del alma” (su pasión parece haber sido Tina Modotti). Y Jaime Torres Bodet habla de la cultura que en Gómez Robelo se convertía en fecundación y agilidad antes que en fertilidad. Por odio a la mediocridad y por amor al genio, prefirió, pues, gastar su talento con su vida antes que consignarlo para que corriera una fortuna incierta.
Perteneció a la generación del Ateneo de la Juventud; como todos sus miembros, atacó el positivismo y mostró una gran inquietud filosófica. Su vigorosa inteligencia, vasta cultura y dotes de orador le hicieron destacar como conferencista. Su pasión por la obra de Dostoievski le valió el mote de “Rodión”, nombre del personaje principal de Crimen y castigo. En 1907 firmó la “Protesta literaria contra la Revista Azul”, de Manuel Caballero, y participó en la Sociedad de Conferencias con un trabajo sobre Edgar Allan Poe, a quien consideraba el exponente de un “nuevo mundo estético”. Durante el gobierno del general Victoriano Huerta (1913–1914) ocupó el cargo de Procurador General de la Nación, por lo que al triunfo de las tropas constitucionalistas tuvo que exiliarse en los Estados Unidos. Colaboró con artículos contra el carrancismo en la Revista Mexicana de Nemesio García Naranjo en San Antonio, Texas. Ya en México trabajó en el Departamento de Bellas Artes y fue inspector de bibliotecas. En 1923 viajó a Brasil, en una misión especial, con motivo del centenario de la independencia de dicha nación. Participante activo en la vida cultural mexicana, colaboró en El Mundo Ilustrado (1901–1905), Revista Moderna de México (1902–1910), Savia Moderna (1906), El Diario (1906), Arte y Letras (1907), El Maestro (1921), México Moderno (1921), El Universal Ilustrado (1921) y Azulejos (1921–1923).
Ricardo Gómez Robelo escribió relatos, crítica de arte, poesía y traducciones de obras de autores románticos y decadentistas, como Poe, Shelley, Mallarmé y Oscar Wilde. El significado esotérico de algunos símbolos nahoas, publicado póstumamente, es un ambicioso trabajo en el que pretendió mostrar las correspondencias que existían entre el pensamiento prehispánico y el egipcio. La temática de su poesía es el amor y la mujer. Las composiciones de En el camino oscilan entre el amor imposible y el desengaño que sólo el sueño o la muerte pueden curar. Sátiros y amores comprende dieciséis sonetos que exaltan la vida, los placeres sensuales y el cuerpo femenino.
Instituciones, distinciones o publicaciones
Savia Moderna. Revista mensual de arte
Revista Moderna de México
Arte y Letras
El Maestro. Revista de Cultura Nacional
México Moderno. Revista de Letras y Artes
El Universal Ilustrado. Suplementos culturales.
