Xavier Villaurrutia (1903-1950) es desde siempre un nombre insustituible dentro de la generación de los Contemporáneos. En el ensayo mostró una cultura y una capacidad de crítica poco comunes, en la dramaturgia contribuyó, con sus obras y su participación escénica, a crear en el México de la primera mitad del siglo XX una nueva dimensión de las actividades teatrales; y en la poesía llevó a cabo la aventura de ensayar la razón y la inteligencia para darle una profundidad creadora a lo emocional; y en sus prosas poéticas, destaca la imaginación mezclada con lo autobiográfico, contribuyendo a crear en torno a él y de su obra la característica imagen del “viajero inmóvil” con que se le reconoce y se le admira.
Este volumen, coordinado por Roxana Elvridge-Thomas, reúne los trabajos de varios escritores jóvenes mexicanos que aman la obra villaurrutiana y la valoran, desde diversos puntos de vista, como parte esencial de la herencia literaria del México del siglo XX. Así pues, la relación de la obra de Villaurrutia con los críticos, especialmente los de nuestros días, , su asimilación intelectual de los temas de su tiempos, los sesgos metafísicos de su poesía, los entrecruzamientos de las artes plásticas con su crítica y su obra creativa, el arte poética que construyó en sus ensayos y en sus poemas, la maduración paulatina de su voz lírica, así como la tonalidad y significación de sus prosas poéticas, son los principales temas contenidos en estos ensayos, los cuales se ofrecen, con ocasión del centenario del natalicio de Xavier Villaurrutia, como un mínimo homenaje al gran escritor.