Albercas con cielo caído es un libro fundamentalmente amoroso. Allí el agua es el hilo conductor en la relación de la pareja varón-mujer. El agua es quien separa o une a los amantes: los charcos o las piscinas; el desierto de una alberca inconstante o el mar de abierta permanencia. Las personas que aparecen en este libro están en acto, son lo que hacen. La sirena, el guardavidas, la bañista, el nadador, cumplen el oficio vital que les ha destinado el Agua. La palabra viene a ser un hecho con el poema escrito plenamente. Albercas con cielo caído junta dos extremos difíciles de convocar: el cuidado técnico y la frescura expresiva, feliz encuentro que nos entrega en palabras hechos, no sólo en intenciones, la experiencia poética con alta frecuencia.
Raúl Bañuelos