Jóvenes escritores como Salcedo insisten en un teatro que refiera inequívocamente al contexto socio-político de México y del cual los personajes escénicos son iconos del mexicano cotidiano, especialmente aquellos que han sido marginados de los centros de poder...
Kirsten F. Nigro, University of Cincinnati.
Tanto desde el punto de vista técnico, como desde el punto de vista del contenido, lo primero que llama la atención en esta obra es la fuerza; es decir, esa cualidad de intensidad, de concentración y capacidad de persuasión, que tienen las obras de teatro cuando no se distraen con varios temas, ni tratan de satisfacer a una camarilla, o de predicar la salvación urgente del universo...
Fernando Carlos Vevia, Universidad de Guadalajara.
Los jóvenes se imponen en el quehacer escénico mexicano y con beneplácito somos testigos del surgimiento de sangre nueva.
Guadalupe Pereyra, El Nacional.
Pues, no hay vuelta de hoja, El viaje de los cantores representa la muestra más fehaciente y luminosa de los nuevos caminos de la dramaturgia nacional. Como Sergio Magaña al estrenar Los signos del zodiaco, Hugo Salcedo con esta obra (que merecidísimamente recibió el Premio Tirso de Molina) adquiere un compromiso tácito con el momento actual del teatro mexicano y sus subsecuentes resonancias... una obra maestra que viene a fortalecer al teatro nacional.
Gonzalo Valdés Medellín, Unomásuno.
Un hecho real ocurrido en nuestra frontera con Estados Unidos: la muerte de 18 ilegales en un vagón de tren dio origen a esta obra que da cuenta de una tragedia cotidiana en nuestro país. Recibió el Premio Tirso de Molina de España en 1989.