Durante los últimos veinticinco años un buen número de poetas, narradores, dramaturgos y ensayistas han enriquecido y transformado nuestra tradición literaria. Se trata de escritores originales y activos, cuyas obras -parte fundamental del panorama de las letras mexicanas- merecen ser mucho mejor leídas y conocidas. La colección La Centena, en sus vertientes de narrativa, poesía, teatro y ensayo está dedicada a recuperar esas obras significativas y a valorar a sus autores. El historiador y ensayista literario Christopher Domínguez (1962) ha realizado una fructífera labor en la atractiva combinación de interés que traza puentes entre la literatura universal y la mexicana. En Toda suerte de libros paganos rinde tributo a un emocionalmente cada vez más cercano siglo XIX, analizando por igual la obra de un narrador francés que de un español, un ruso o un portugués, y se abre al pasado siglo XX en la figura y la obra de Rachilde, en un ejercicio de continuidad y contraposición digno de la tradición de la ruptura enunciada por Octavio Paz. El autor de William Pescador y Tiros en el concierto nos entrega en Toda suerte de libros paganos un ejemplo del lúcido ejercicio de la imaginación al servicio de la crítica.