A finales del siglo XIX, el escritor de origen británico H. G. Wells imaginó a un hombre capaz de sustraerse de la luz. Esta “fantasía” irrumpe en una sociedad en pleno desarrollo industrial que toma como base de su estructura la simplificación de la vida cotidiana, tendencia unidimensional luego estudiada por Marcuse. Paradójicamente, siendo invisible, el personaje de Wells resulta más notorio que nunca y para cubrirse recurre a máscaras y densos ropajes.
La historia podría contarse de otro modo: en una sociedad invisible, un hombre encuentra la forma de recuperar su verdadera corporeidad, sin caretas ni falsos atavíos. Ante los ojos del mundo —ojos que no lo ven—, su presencia delata algunos registros olvidados por la percepción humana. “Lo visible”, escribió Paul Klee, “no es sino un ejemplo de lo real.”
La novela de Wells inicia una saga de incierta fortuna, con repercusiones en la literatura y el cine. Tales repercusiones son visitadas por este libro de Daniel González Dueñas. Dice el texto: “Sin embargo, luego de formulada la convención de no advertir al hombre invisible, los individuos se miran entre sí: tras ese precedente, ya nadie podrá poner los ojos en las cosas de la misma manera. ¿Ha de permanecer intocado ese otro acuerdo que dictamina cómo ver lo visible?
Durante los últimos veinticinco años un buen número de poetas, narradores, dramaturgos, ensayistas han enriquecido y transformado nuestra tradición literaria. Se trata de escritores originales y activos, cuyas obras -parte fundamental del panorama de las letras mexicanas- merecen ser más leídas y conocidas. La colección La Centena, en sus vertientes de narrativa, poesía, teatro y ensayo, está dedicada a recuperar esas obras significativas y a valorar a sus autores. La creación como vocación absoluta sería un lema que no desentonaría en el umbral de la obra de Daniel González Dueñas, escritor extraño en su generación, la de los nacidos en la década de los cincuenta, y asintomático en el contexto mexicano, autor de extensas monografías sobre figuras diversas como Buñuel, Cortázar y Juarroz (La fidelidad al relámpago, en colaboración con Alejandro Toledo, ESN, 198). Jodorovsky; o sobre tópicos narrativos como en El libro de nadie (que recibió el premio de ensayo Casa de las Ameritas/Fondo de Cultura Económica en 2003) o Las visiones del hombre invisible, que el lector tiene en sus manos. En él González Dueñas sigue la evolución de esa figura a través de cuentos, novelas y películas trazando un emocionante itinerario del imaginario colectivo trabajando a través de la obra de arte.