Oficios de ciega pertenencia, de Hernán Bravo Varela, obtuvo por unanimidad el Premio Nacional de Poesía Joven Elías Nandino 1999, concedido por un jurado que integraron Vicente Quirarte, Víctor Manuel Cárdenas y Luis Medina Gutiérrez, ganadores —en otros años— de éste que es sin duda el más importante certamen de poesía joven en México. De acuerdo con el acta del jurado, Oficios de ciega pertenencia es un libro donde el lenguaje —tenso, brillante y decantado— nada deja al azar, y donde la mirada, sabia y serena, revela imágenes de un mundo en estado de nacimiento. Ya sea que parta de la contemplación de realidades o que formule una nueva lectura de personajes y mitologías, su discurso se orienta en una variedad de estilos y formas, siempre con fidelidad a imágenes visionarias. Entre los 214 libros que concurrieron al certamen ese año, convocado por el Consejo Nacional para la Cultura y las Artes, a través de la Coordinación Nacional de Desarrollo Cultural regional y del Programa Cultural Tierra Adentro, y la Secretaría de Cultura de Jalisco, a través de su Dirección de Literatura, Oficios de ciega pertenencia resultó triunfador por la precoz madurez de su propuesta poética y el dominio del lenguaje lírico, que situaron desde entonces a su muy joven autor —de apenas 19 años en ese momento— entre las voces más prometedoras de la nueva poesía mexicana, lo que se reafirma con esta segunda edición al cumplirse los treinta años de tan prestigiado premio.