“El movimiento que yo, Eliot, Joyce y otros iniciamos en Londres no habría existido sin el futurismo”.
Ezra Pound
El futurismo es quizá, junto con el dadaísmo, la primera vanguardia europea que abarcó la literatura y el arte, la música y el teatro, el cine y la fotografía, la arquitectura y la política con la idea era dejar atrás las tradiciones e inaugurar una época de innovación basada en la exaltación de las máquinas, el movimiento y la velocidad.
A El manifiesto futurista (1909) y El manifiesto técnico de la literatura futurista (1910) de F. T. Marinetti le seguirán El manifiesto de los pintores futuristas (1910), firmado por U. Boccioni, C. Carrà, G. Balla, G. Severini y el también compositor L. Russolo, autor de El arte de los ruidos (1913), así como el Manifiesto de arquitectura futurista de A. de Sant’Elia, cuya Cittá nuova (1914) utilizaría Fritz Lang para concebir Metrópolis. Tras el Manifiesto del tactilismo (1921) de B. Cappa, se publicó La cocina futurista (1932), que se considera precursora de la cocina molecular del siglo XXI.