Acechada por constantes golpes del azar, Elena invoca fuerzas destructivas, criminales. En su ánimo de venganza, sacrifica su libertad al poner precio a su matrimonio. De regreso en Tepango, su tierra natal, se encierra solitaria en su soberbia casona, embebida en recuerdos y fantasías. Vive sólo para comer, soñar y trabajar, a la vez que soporta sus propios reproches.
De repente, inicia un apasionado romance que desafía tanto a su rufián y senil marido como a sus propios temores. Un accidente automovilístico, ante al que se deja llevar por el silencio cómplice y una cómoda indolencia, trae a su vida a una joven que despierta en ella su instinto materno. Nuevos horizontes se abren a su paso; su futuro, liberado de las ataduras del destino.
Así, Cien hijos de Helena se convierte en un caleidoscopio de personajes que significarán algo para cada lector.