Vida en luz hecha vida de Brehm Carstensen emana a la vez un júbilo por las cosas sencillas de lo cotidiano –las fiestas de pueblo, los pájaros, el agua que filtra las paredes viejas– y una desazón por la certeza del tiempo transcurrido o mejor dicho, la contundente comprensión de que justo cuando el tiempo comienza a ser escaso, Yo –lector o poeta– por fin «empiezo a vislumbrar la vida». Que la sencillez de temas y palabras no engañe, porque se trata de una deliberada voluntad de «mirarlo todo/ desde ojos de niño», de re-aprehender la sorpresa, de formular una vez más la duda vital forjadora de poetas y filósofos; Brehm llega al punto de dudar: «¿salir del poema/ e ir a otra cosa?». La elección es secreta, personal e ineludible.
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