El reino vegetal comprende siete relatos en los que, de una u otra manera, las plantas tienen un lugar preponderante. De ese modo aparecen sucesivamente como protagonistas los helechos, los hongos, la herbolaria china, el sauce, el trigo y la amapola, el bosque y un alga llamada nostoc. Los escenarios son muy diversos: van desde la China comunista o las tierras afganas, como en el caso de "El Pen ts'ao" y "El trigo y la amapola", respectivamente, hasta la Francia rural de la primera mitad del siglo xx, como en "Los hongos", o los campos de detención para los maquisards franceses, como en "Los helechos" y "El bosque".
En todos ellos la presencia de las plantas se va alzando sigilosamente del papel escenográfico que tradicionalmente tienen en la literatura a un primer plano que las convierte en metáforas: de la unidad fundamental del hombre independientemente de las ideologías, de la profunda interrelación entre vida y muerte, de la persistencia de la esperanza aun en medio de la guerra...
Aunque partiendo siempre del realismo, los vegetales suelen introducir un elemento poético que evoca las atmósferas de Gaston Bachelard y nos conecta con el subconsciente tanto individual como colectivo. El reino vegetal de Gascar constituye una extraordinaria muestra del relato corto francés contemporáneo. A Gascar se le ha considerado, junto con sus paisanos Paul Morand y Sartre, entre los mejores autores de relato desde Maupassant, debido a lo concreto de sus imágenes, la parsimonia de su lenguaje, la tensión que no cede y el rechazo de toda retórica o sentimentalismo.