Teniendo siempre como objetivo ser útil a su patria, Cicerón dedica los últimos años de su vida a instruir a sus conciudadanos, haciéndoles accesibles los grandes temas filosóficos. Fruto de largos años de estudio y reflexión fueron las Tusculanas, obra en que se aborda un tema vital: la felicidad tan anhelada por el hombre. Este tratado bien puede ser una muestra de cómo la reflexión sincera y concienzuda puede dar al ser humano la fortaleza necesaria para enfrentarse con entereza a todas las vicisitudes de la vida.
Son las Tusculanas valioso tesoro de sabiduría humana y exquisito modelo de prosa poética. Ironía graciosa unas veces, mordaz otras, encantadoras anécdotas, citas de poetas con que se ilustra el tema en cuestión, son algunos de los ingredientes que condimentan esta obra ciceroniana. Julio Pimentel Álvarez se propuso realizar una traducción exacta, para decir solamente lo que Cicerón dijo y en que la forma que lo dijo. Sin embargo, hizo un gran esfuerzo para que la versión no resultara oscura. Por otra parte, tanto las consideraciones que hace el prólogo como las muy abundantes notas al texto español, son un medio muy eficaz para entender a fondo este interesante dialogó de Cicerón.
Teniendo siempre como objetivo ser útil a su patria, Cicerón dedica los últimos años de su vida a instruir a sus conciudadanos, haciéndoles accesibles los grandes temas filosóficos. Fruto de largos años de estudio y reflexión fueron las Tusculanas, obra en que se aborda un tema vital: la felicidad tan anhelada por el hombre. Este tratado bien puede ser una muestra de cómo la reflexión sincera y concienzuda puede dar al ser humano la fortaleza necesaria para enfrentarse a todas las vicisitudes de la vida.