"Al restaurarse la República, Cuéllar se inclinó por dejar testimonio de una comunidad que emergía, que se transformaba, y al hablar del deteriororo de la familia mexicana explicaba el cambio que México sufría gracias al influjo de las ideas positivistas que comenzaban a ponerse en boga. No es extraño, pues, que la novela haya sido el vehículo informador de la realidad nacional..." A través de las aventuras del protagonista llamado Chucho el Ninfo, Cuéllar propone la exhibición del desmoronamiento social que provoca la falta de educación en el ámbito familiar y escolar, en un medio cargado de prejuicios e ideas oscurantistas. Carlos Monsiváis consideró esta novela como la primera novela gay en México, tesis a la que Belem Clark se opone en un puntual y completo estudio introductorio.