1995 / 27 jul 2017 19:16
Nació en Xalapa, Veracruz, en 1837 y murió en la Ciudad de México en 1859. Poeta y novelista. Alumno cercano de Ignacio Ramírez; condiscípulo de Manuel Mateos e Ignacio Manuel Altamirano. Inició sus estudios de medicina, pero cuando asistía como practicante en la batalla de Tacubaya, fue preso y fusilado por órdenes del general Leonardo Márquez. Colaboró entre otros en El Monitor Republicano, El Siglo Diez y Nueve y El Diario de Avisos.
Al nacer, su padre, José de Jesús Díaz, conocido poeta y político veracruzano, se encontraba desterrado. Algunos años después regresa del destierro para morir en 1846, cuando el futuro escritor apenas contaba nueve años. Su madre decide radicarse en la capital del país en donde la familia Díaz Covarrubias recibe una ayuda del presidente de la República y del estado de Veracruz, en reconocimiento a la valía del padre. Dicha ayuda permite que Juan y sus hermanos José María y Francisco cursen profesiones liberales. Los tres destacaron posteriormente tanto en la vida política como en la científica y cultural del México del XIX.
Inició sus estudios de medicina en 1853; como estudiante siempre obtuvo calificaciones sobresalientes. En 1857 —año en que muere su madre— ingresó en el Hospital de San Andrés, como practicante, al mismo tiempo se dedica a escribir. Entre este año y el de 1859 publicó —como presintiendo su prematura muerte— un libro de poesía, cuatro novelas y un tomo que reúne cuentos, novelas cortas y algunos otros textos en prosa. A la edad de 18 años ya había publicado algunos poemas en periódicos nacionales como La Blusa, El Monitor y El Heraldo, y participa en el certamen para elegir el Himno Nacional.
Desde su nacimiento su vida estuvo precedida por el infortunio: orfandad, dificultades económicas, amores desgraciados; tal vez por esta razón y porque no gozó de la educación clásica que su padre impartiera a varios jóvenes escritores veracruzanos, entre los que destaca Roa Bárcena, su adhesión a la escuela romántica fue total. Romántico liberal, defendió sus convicciones en sus famosas novelas: La clase media y El diablo en México y en el “Discurso cívico” que leyera el 15 de septiembre de 1857 en la ciudad de Tlalpan, que le ganó el odio de los conservadores que lo acusaron de subversivo. En este discurso defiende al pueblo, particularmente al indígena, y ataca a la burguesía, a la que acusa de clase ridícula e inútil. No contento con difundir sus ideas con la pluma y la oratoria, participó como asistente médico del ejército liberal en la guerra de Reforma, y fue fusilado por Leonardo Márquez, después de la batalla de Tacubaya, cuando sólo contaba con veintidós años.
2018 / 20 nov 2018 13:24
Juan José de Jesús Díaz Covarrubias nació en Xalapa, Veracruz, el 27 de diciembre de 1837 y murió en Tacubaya el 11 de abril de 1859. Hijo del poeta y político José de Jesús Díaz y de María Guadalupe Covarrubias. De 1848 a 1852 realizó estudios preparatorios de filosofía y latinidad en el Colegio de San Juan Letrán. En 1853 comenzó la carrera de medicina y en 1857 –año en que murió su madre– ingresó al Hospital de San Andrés como practicante, al mismo tiempo que se dedicaba a escribir. Asistió al Círculo Juvenil de Letrán, que se reunía en el cuarto de Ignacio Manuel Altamirano. Alumno de Ignacio Ramírez y condiscípulo de Manuel Mateos, fue integrante de El Liceo Hidalgo. Gracias al discurso cívico que pronunció el 15 de septiembre de 1857, en Tlalpan, con motivo del aniversario de la Independencia de México, se granjeó el reconocimiento de sus contemporáneos. Entre 1857 y 1858, asistió a las reuniones del Círculo Juvenil de Letrán, organizado por Altamirano. Fue uno de los autores que se especializó en la escritura de novelas cortas. Colaboró en los principales periódicos de la época: El Monitor Republicano, El Siglo xix, El Diario de Avisos, La Blusa, El Monitor y El Heraldo. En 1859, fue fusilado por orden del general Leonardo Márquez en la Batalla de Tacubaya, mientras participaba voluntariamente como asistente médico. Poeta y narrador, se destacó más como novelista. Sus cuentos y novelas, en su mayoría de asunto amoroso, giran en torno a conflictos entre las clases sociales. La sensitiva (1859), en palabras de David Huerta, se convirtió en un símbolo del segundo romanticismo mexicano.
Aunque publicó un libro de poesías, Páginas del corazón: poesías (1857), se le conoce más por su narrativa. Editó una colección de relatos, Impresiones y sentimientos (1857), y las novelas La clase media (1858), Gil Gómez el insurgente (1858) y El diablo en México (1859). La obra de Díaz Covarrubias ha sido objeto de diversas apreciaciones desde sus primeros años de publicación: las primeras, favorables, por parte de Ignacio Manuel Altamirano y José Zorrilla en los periódicos de la época; las segundas, ya no tanto, a partir del estudio de J. Rea Spell, Juan Díaz Covarrubias: a Mexican Romantic, hasta llegar al rescate de sus Obras completas en dos volúmenes por Clementina Díaz y de Ovando, quien además elaboró una biografía y un estudio de gran valía. A pesar de esto, poco y lo mismo se dijo sobre la producción de Juan Díaz Covarrubias a lo largo del siglo xx. Enfocados en su novela histórica Gil Gómez el insurgente, así como en su trágica muerte, los estudiosos de la literatura optaron por considerarlo un escritor romántico liberal, cuyas demás novelas no pasan de ser meros ensayos, aunque al mismo tiempo lo caracterizaron como especialista en el género de la novela corta y dejaron en la antesala el estudio crítico de su poesía y demás prosa. Esta tendencia ha cambiado, por ejemplo, en Óscar Mata, en su reflexión sobre su novelística en La novela corta mexicana en el siglo xix (1999). Por su parte, Adriana Sandoval Lara, en “Los novelistas sociales del siglo xix. Un primer acercamiento a José Rivera y Río” (2006), y Carlos Illades, en Nación, sociedad y utopía (2005), han propuesto diferentes y novedosas lecturas no sólo de Gil Gómez el insurgente, sino también de otras novelas del autor como El diablo en México, La clase media y La sensitiva. En 2006, Alejandro Cortázar publicó el artículo “Juan Díaz Covarrubias y El diablo en México como alegoría del desencanto de la nación”, en The Colorado Review of Hispanic Studies.