A decir del libro Crónicas 1989-1992, publicado por la Coordinación de Difusión Cultural de la unam, el impulso más decidido a la extensión universitaria data de 1920 y se debe a la energía de José Vasconcelos, para quien la Universidad tiene como responsabilidad extender la cultura a todo lo ancho y a todo lo largo de la república. La propuesta vasconcelista se institucionalizó en el rectorado de Antonio Caso (1921-1923), mediante la creación del Departamento de Intercambio y de Extensión Universitaria, a cargo de Pedro Henríquez Ureña de 1921 a 1923.
En 1929, cuando la Universidad alcanza su autonomía, el concepto de extensión de la cultura se incorpora a la misión universitaria en la Ley Orgánica, y la Universidad crea diversos organismos y dependencias con el propósito de extender el patrimonio cultural universitario a la sociedad mexicana. El entonces rector Ignacio García Téllez apoya la fundación del Centro de Acción Social de Estudiantes Universitarios –cuya jefatura estuvo a cargo de Salvador Azuela hasta 1938–, del que dependían diversos centros de divulgación cultural. De esta época data, además, la creación de la revista Universidad de México.
Más tarde, el rector Luis Chico Goeme reafirmaría la orientación social de las tareas universitarias; durante su gestión nacerían tres de las instituciones culturales más importantes de nuestro país: la Imprenta Universitaria (1935), la Orquesta Sinfónica de la unam (ofunam, 1936) y Radio Universidad (1937). En 1938, el Departamento de Acción Social multiplica sus esfuerzos mediante la organización de exposiciones de artes plásticas y actividades musicales. En 1944 se crea la Junta de Gobierno como instancia universitaria destinada a la designación de otras autoridades y dependencias, y se fijan como objetivos primordiales de la Universidad: la docencia, la investigación y la extensión de los beneficios de la cultura. En 1947 se funda el Servicio de Educación Popular, esfuerzo que culminó en la creación de la Dirección General de Actividades Académicas y de Difusión Cultural (que durante varios años se ubicó en San Ildefonso, junto con la Coordinación de Humanidades de la unam, y que entre sus dependencias contaba con la Escuela de Verano), con Alfonso Pruneda como director general de 1947 a 1953. Su misión era centralizar las actividades concernientes a la difusión de la cultura (servicios de bibliotecas y hemerotecas, radio, orquestas, difusión popular de la cultura, escuelas de verano, becas e intercambios), otorgar estímulos y premios académicos, y realizar una labor editorial mediante la Imprenta Universitaria.
El impulso que recibió la difusión de la cultura se duplicó durante los años cuarenta con la llegada de Horacio Labastida a la jefatura del entonces llamado Departamento de Extensión Universitaria y, más tarde, en 1953, bajo la dirección de Jaime García Terrés, quien permaneció en ese cargo hasta 1965. En 1957, con el traslado de la unam a las nuevas instalaciones en Ciudad Universitaria, las oficinas de Difusión Cultural se mudan al piso diez de la torre de Rectoría y García Terrés hizo del proyecto extensionista de la Universidad un verdadero éxito: las propuestas estudiantiles aumentaron, se intensificaron y extendieron las actividades de Difusión Cultural a casi todos los planteles universitarios y se habilitaron los espacios culturales para cine-clubes, exposiciones, talleres. Durante la gestión de García Terrés fue puesta en marcha Poesía en Voz Alta (1956); se reanimó la revista Universidad de México; se fundó la Casa del Lago (1959) y el proyecto Voz viva de México –que había nacido en 1959 para reunir en fonogramas a los más importantes escritores de nuestro país– tomó un nuevo impulso con la creación de Voz viva de América Latina (1965). (Véase Dirección de Literatura de la Universidad Autónoma de México). En 1966, durante la gestión de Gastón García Cantú, comenzó a editarse la revista Punto de Partida.
Para 1977, el desarrollo de la actividad cultural de la Universidad era tal que fue necesario crear la Coordinación de Extensión Universitaria, antecedente de lo que desde 1986 hasta la fecha se conoce como Coordinación de Difusión Cultural de la Universidad Nacional Autónoma de México.
Desde entonces, y hasta 1980, se llevó a cabo, gracias a un esfuerzo colectivo impulsado por el rector Guillermo Soberón, la construcción del Centro Cultural Universitario (ccu), que incluye la sala de conciertos Nezahualcóyotl, el teatro Juan Ruiz de Alarcón, el foro Sor Juana Inés de la Cruz, el Espacio Escultórico, la Biblioteca y la Hemeroteca Nacionales, el Instituto de Investigaciones Bibliográficas, el Centro de Estudios sobre la Universidad, el Centro Universitario de Teatro, las salas Miguel Covarrubias y Carlos Chávez, la Librería Julio Torri y los cines José Revueltas y Julio Bracho. En este centro también se localizan las oficinas de la actual Coordinación de Difusión Cultural.
Según el acuerdo que da lugar a la estructura administrativa de la Coordinación de Difusión Cultural de la unam, expedido el 14 de septiembre de 1989, ésta cuenta con dos direcciones generales de medios de comunicación: Radio unam y tv unam; cuatro direcciones de actividades artísticas: la Dirección General de Actividades Cinematográficas, la Dirección General de Actividades Musicales, la Dirección de Teatro y Danza y la Dirección de Literatura de la unam; cinco centros de extensión: Centro de Enseñanza para Extranjeros, Centro de Enseñanza de Lenguas Extranjeras, Centro Universitario de Estudios Cinematográficos, Centro Universitario de Teatro y Centro de Iniciación Musical; un Centro de Investigación y Servicios Museológicos (al que está adscrito el Museo Universitario de Arte Contemporáneo), y dos centros de difusión: la Casa del Lago y el Museo Universitario del Chopo. Desde noviembre de 1992, el Antiguo Colegio de San Ildefonso se transformó en recinto museográfico.
Además de la producción de películas, de la publicación de libros y el apoyo a diversos proyectos culturales vinculados con otras instituciones, la Coordinación de Difusión Cultural edita Los Universitarios.
Entre los principales directores que ha tenido Difusión Cultural desde 1966 hasta la fecha, se encuentran: Gastón García Cantú (1966-1970) Alberto Dallal (1968-1969), Leopoldo Zea (1970-1973), Diego Valadés (1973-1976) Hugo Gutiérrez Vega (1977-1979) Alfonso de María y Campos (1981-1984) Fernando Curiel (1981-1982 y 1986-1989) René Avilés Fabila (1985-1989) y Gonzalo Celorio (1989-1998). En 1998 el director de Difusión Cultural es Ignacio Solares.
MIEMBROS INTEGRANTES
Campos, Marco Antonio Director
Campos, Marco Antonio Jefe del Departamento de Talleres, Conferencias y Publicaciones Estudiantiles
Carballo, Emmanuel Coordinador de Literatura
Celorio, Gonzalo Coordinador
Celorio, Gonzalo Miembro del Consejo editorial de la colección Relato Licenciado Vidriera
Espinasa, José María Jefe del Departamento de Actividades Culturales
Gándara, Mariana Fue representante de artes escénicas en el Consejo Consultivo de Jóvenes
García, Daniel Fue subjefe del Departamento Editorial
García Cantú, Gastón Director General
García Terrés, Jaime Director
Glantz, Margo Coordinadora de la Dirección de Literatura
Gurrola, Juan José Director
Gutiérrez Vega, Hugo Director
Guzmán Burgos, Francisco Jefe del Departamento Editorial
Lara Zavala, Hernán Fue director de Literatura
Macías, Elva Fue jefa del departamento de Voz Viva
Serrano, Pedro Colaborador del Departamento Editorial
Solares, Ignacio Coordinador
Torres, Morelos Jefe de Redacción de la revista Escénica
Urtaza, Federico Secretario de Comunicación Social
Volpi, Jorge Coordinador