En 1833, José María Luis Mora propuso la creación de una biblioteca nacional. Sin embargo, al caer la administración liberal de Valentín Gómez Farías, esta idea quedó suspendida. Un segundo intento ocurrió en 1846, gracias a José María Lafragua, pero a causa de la situación conflictiva del país, la idea tampoco se realizó.
No fue hasta el 30 de noviembre de 1856, cuando el presidente Ignacio Comonfort expidió un decreto que proyectaba la creación de la Biblioteca Nacional. El 21 de septiembre de 1857, un nuevo decreto cedía el edificio de la Universidad, sus libros y sus fondos a la Biblioteca Nacional.
La biblioteca se estableció en lo que había sido la Universidad. Se nombró director a José Fernando Ramírez y se propuso que todos los tipógrafos de la capital tendrían el deber de entregar a la biblioteca dos ejemplares de cualquier obra que publicaran. Además, debido a la desamortización y confiscación de bienes eclesiásticos, se recopilaron todas las obras y bibliotecas de corporaciones y comunidades religiosas. Cabe mencionar los fondos del Convento de Santo Domingo, de la Profesa, de la Merced, de San Agustín, de San Pablo, del Carmen, etcétera.
Durante el Imperio, Maximiliano manejó inadecuadamente la biblioteca, y se extraviaron numerosos volúmenes; ésta fue clausurada y sus libros encajonados.
En 1867 se restableció la República y el 30 de noviembre se expidió el decreto que reabría la biblioteca. Se nombró como director a José María Lafragua y se eligió la antigua iglesia de San Agustín para instalar los libros. En 1880 se nombró a José María Vigil director de la institución.
La Biblioteca Nacional fue inaugurada el 2 de abril de 1884. El edificio del viejo templo de San Agustín, ya adaptado, constaba de un salón principal –consagrado a los lectores– con 16 estatuas de grandes autores de la literatura y del pensamiento universal. Para entonces, la biblioteca ya contaba con cerca de 200,000 volúmenes. En 1885, Porfirio Díaz expidió el primer "Reglamento de la Biblioteca Nacional de México", y en 1899, a iniciativa de Francisco del Paso y Troncoso, se creó el Instituto Bibliográfico Mexicano como parte integrante de la biblioteca. Su misión fue formar la bibliografía general de México. Este Instituto desapareció en 1909 por falta de presupuesto y se restableció en 1959.
En 1900 la biblioteca recibió los 9,350 volúmenes del millonario Mier y Celis. En ese mismo año se recibió también la biblioteca de Guillermo Prieto, con 4,931 libros. Se compró una gran cantidad de colecciones a diversos particulares. Cabe destacar que las dos obras más antiguas que posee la Biblioteca Nacional son el Tractatus de Censura, del arzobispo San Antonino, que parece datar de 1471, y un Sermonario, de Roberto Lilio, de 1472.
En 1904 se inició la publicación de un boletín informativo, cuya primera época concluye en 1929. José María Vigil abandona el cargo de director en 1909 y el presidente nombra a Francisco Sosa. Durante la administración de Luis G. Urbina (1913-1914) se creó el Departamento de Biblias y sus Comentaristas. En 1915, la institución se hallaba en un estado lamentable, por lo que se inició su reorganización general. Durante este año fungieron como directores Martín Luis Guzmán y Agustín Loera Chávez.
En 1929, con la autonomía de la Universidad, el gobierno puso a la biblioteca bajo el amparo de esta casa de estudios. Durante la administración de Enrique Fernández Ledesma (1929-1936), la biblioteca enriqueció su acervo y publicó textos de investigación sobre sus propios volúmenes, como la "Relación de obras encuadernadas" (1931). José Vasconcelos ocupó la dirección de la biblioteca de 1941 a 1947. Durante su gestión se creó la Hemeroteca Nacional, inaugurada oficialmente el 28 de marzo de 1944. Posteriormente, siendo director (por segunda vez) Juan B. Iguíniz (1947-1956), se modernizaron los sistemas de catalogación y clasificación.
A principios de los años cincuenta, el antiguo templo de San Agustín sufrió un hundimiento. Por ello fue preciso vaciar la biblioteca en 1952, poner en cajones el acervo y abandonar el inmueble. Ya reparados los daños más importantes, ésta se reabrió en 1957. Pero no fue hasta 1963, bajo la dirección de Manuel Alcalá (1956-1965) cuando la biblioteca se reinauguró oficialmente.
Durante la gestión de Ernesto de la Torre Villar (1965-1978), se crea el Instituto de Investigaciones Bibliográficas, dependiente de la Coordinación de Humanidades, con el objetivo de dirigir y coordinar las labores de la Biblioteca y Hemeroteca Nacionales.
En 1979, al conmemorarse el cincuentenario de la autonomía universitaria y siendo directora de la biblioteca María del Carmen Ruiz Castañeda, la Universidad dotó a la institución de un nuevo edificio, en el Centro Cultural Universitario, donde también se ubicó la Librería Julio Torri y otras instituciones culturales. No obstante, el "Fondo Reservado" permaneció en el edificio de San Agustín.
La inauguración oficial del nuevo edificio tuvo lugar el 3 de diciembre de 1979. Durante la gestión de José Guadalupe Moreno de Alba, iniciada en 1991, se construyó un nuevo edificio, anexo al de la Biblioteca Nacional y unido a éste por un túnel. La finalidad de esta nueva construcción fue trasladar el "Fondo Reservado" para salvaguardar el material bibliográfico y hemerográfico más antiguo y valioso de nuestro país, mismo que asciende aproximadamente a 200,000 volúmenes. El nuevo local, inaugurado a fines de 1992, cuenta con un "Acervo de colecciones especiales", el "Fondo de origen" y la "Hemeroteca", con periódicos y revistas anteriores a la primera década del siglo xx.
El acervo de la Biblioteca Nacional es considerado como uno de los más valiosos de América Latina. En 1979, se calculaba en 1,500,000 volúmenes, 60,000 manuscritos, 4,000 libros en Braille y 20,000 horas de televisión, además de discos y cassettes, estampas e imágenes, mapas, entre otros.
Véase también Biblios
MIEMBROS INTEGRANTES
Arce, David N. Secretario y Editor del "Boletín de la Bibliteca Nacional"
Castro, Miguel Ángel Investigador asociado de tiempo completo
Cervantes Ahumada, Raúl Fue secretario
Clark de Lara, Belem Fue coordinadora
Colín, Eduardo Subdirector
Curiel Defossé, Guadalupe Fue directora
Fernández Ledesma, Enrique Director
Frías, José Dolores Trabajó en esta institución
Gonzaga Urbina, Luis Fue director
Iguíniz, Juan B. Director
Iguíniz, Juan B. Subdirector
Lara Klahr, Frida Fue investigadora del Departamento de catalogación
Loera y Chávez, Agustín Subdirector
Mantecón, José Ignacio Fue catedrático universitario e Investigador
Méndez Rivas, Joaquín Director
Mestre Ghigliazza, Manuel Director
Monterde, Francisco Subdirector.
Núñez y Domínguez, José de Jesús Director
Osorio Romero, Ignacio Director
Parra, Manuel de la Bibliotecario
Quirarte, Vicente Fue director
Rico Alonso, Jonathan Becario
Velázquez Bringas , Esperanza Directora