Hugo Vargas es editor, periodista y escritor, y —como se dará cuenta el lector de este libro— aficionado al ajedrez. Quienes compartan esa afición reconocerán en el término que da título al libro —Fianchetto— el nombre de un estilo de juego del alfil. Originalmente en italiano la palabra significa pequeño flanco y permite el juego en la gran diagonal de los alfiles. Hugo Vargas juega en sus crónicas y ensayos con esa idea: el recorrido diagonal que le permite pasar del análisis de una obra, del recuerdo de un personaje o de la lectura de un texto al ajedrez como “sistema de pensamiento”. El juego de los escaques ha sido practicado por mentes muy brillantes, cercanas a la locura —recuerden a Bobby Fischer— pero también por grandes creadores que hacen de su afición una “paralela diagonal”. Esos creadores, de Marcel Duchamp a Juan José Arreola, cruzan por el tablero de la página como un alfil defendiendo a su rey.